Este año no me voy a proponer nada especial. Solamente me voy a levantar cada día con la idea de hacer en cada momento lo que tengo que hacer. Si en los trescientos sesenta y cinco días, hay alguno que lo consigo, me sentiré satisfecha. Es muy difícil, porque en algún momento, sin querer fallas. Es necesario intentar cada día algo bueno que pueda crear hábito. Algunas ideas que se me ocurren para poner en práctica.
> Protestar menos.
> Escuchar más.
> Sonreír incluso sin ganas.
> Callar cuando nuestras palabras no sirvan para agradar.
> Tener paciencia, esperar.
> Alabar siempre las bondades de los demás.
> Tener una actitud positiva.
> Ser constantes para superar dificultades.
> Contagiar nuestra alegría.
> Dar las gracias. Enseñar con el ejemplo.
> No juzgar.
Y por último y no por ello menos importante dedicar todos los días unos minutos a leer el Evangelio, a meditarlo y a dar gracias a Dios por todo lo que tenemos.
Por: María Luisa Martínez Robles | Fuente: Catholic.Net